18 de febrero de 2015

Acabo de leer, de bona matina, un artículo en El País del Consigliere Garicano, y me he quedado transido o arrobado por la claridad y bondad de sus argumentos, que sin duda traslucen la persona. Y voy a mandar erigir una estatua en honor de Salma Hayek, su economista de referencia.

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