19 de febrero de 2015

... profesar la filosofía ni garantiza ser buena persona ni predispone a la defensa de lo mejor; los filósofos alemanes, salvo honrosas excepciones, aclamaron a Hitler, expulsaron a los judíos de las universidades y las transformaron en escuelas paramilitares. (Sobre el libro Los filósofos de Hitler, en Babelia)
Por eso nos hicimos Diaristas, para no alzar el brazo, para no tener que adorar. Veneramos la duda. En esa enfermedad, bucle vicioso de hipérbole procedimental cartesiana, se encuentra nuestra salud.

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