Los intereses filosóficos de Nuño fueron de distinta índole; sin embargo, se puede afirmar, que sus reflexiones se centraron en la filosofía griega, en general, y en Platón, en particular. Asimismo, la filosofía ocupó parte de sus primeros estudios, de la cual surgió un libro sobre Heidegger. Sus años de formación filosófica le condujeron al estudio de la Lógica Matemática y la Filosofía de la Ciencia, donde se puede apreciar una notable influencia de filósofos como Bertrand Russell y Wittgenstein. Sus estudios en Francia, al lado de Merleau-Ponty, le condujeron a compenetrarse con el movimiento existencialismo sartreano, de los que produjo un libro sobre literatura de Sartre y una serie de ensayos sobre existencialismo. En sus últimos 15 años Nuño dedicó con gran fervor y entusiasmo a cultivar el ensayo corto en temas que abarcan la filosofía, la literatura, la política, los problemas internacionales, el cine, entre otros, llegando a escribir unos 1000 artículos para revistas y periódicos tanto de Venezuela como de otros países de habla hispana. (De aquí)¿Wittgenstein? ¿Dónde?
Pero evidentemente su hija conoce mejor el asunto.
De más está anotar que a mí los intereses en analíticos y lógicos varios me producen un pavor reverencial juntó con flojera de barriga.
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La filosofía en Borges, de Juan Nuño
Uf!
Pero esta otra crítica del mismo libro de Borges, también en Letras libres, da otro tono. Con menos alambique, vamos. (A propósito, la inversión de Plotino que Nuño localiza en Borges: ¿una reinvención de Feuerbach?)
Pero esta otra crítica del mismo libro de Borges, también en Letras libres, da otro tono. Con menos alambique, vamos. (A propósito, la inversión de Plotino que Nuño localiza en Borges: ¿una reinvención de Feuerbach?)
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