17 de abril de 2014

No gustan las aproximaciones, vamos a decirlo así, fisiologistas a la política, donde debería imperar la razón y no cualquier estado deyecto. La pestilencia, arroja Espada a la cara del independentismo y las actitudes baño-María o arbitrales, conciliadoras o equidistantes en suma... Pero ya sabemos que Espada es un periodista soberbio.

Escribe lo siguiente:
Mientras el gobierno de Artur Mas agita las masas y da su apoyo tácito y subvencionado a esa Asamblea Nacional Catalana, el gobierno Rajoy no ha movido, directa o indirectamente, un solo ciudadano español en la defensa del Estado de Derecho, de la ley y de la integridad territorial. 
Debería intentarlo Rajoy. Veríamos entonces en qué consiste su legitimidad adquirida en las urnas, la troupe de ratones innúmeros que seguía al flautista. Nuestro adorable premier no ha creado el problema nacionalista, evidente, pero ha logrado algo peor: malquistar nuevamente a la sociedad española, por lo menos aquella que no le votó y que es mayoritaria. Mira que lo tenía fácil, dado lo nefasto y sectario del anterior. Supongo que olvidaremos a Rajoy, que cumplirá su función y pasará.  

No hay comentarios: