Como sustancia y como relación:
Concebido como sustancia, y no sabríamos señalar a otro sitio que al pensar del mismo sujeto para allegar ese fin de la comprensión, del logos reconstituyente, cualquier contradicción que lo habitara, siendo único, debería destruirlo.
Comprendido como relación, y no debemos señalar a otro lugar que al dios como fundamento sustancial, las contradicciones de un sujeto representan las afirmaciones de otro bien diferente. A través de la complementariedad de estos fragmentos del ser, las negaciones parciales, en el ente que comparece, quedan resueltas en identidad (del ser oculto).
O sea que, o el sujeto es el dios, o el sujeto es una nadería salvada in extremis de su irrealidad, en virtud de la verdadera realidad.
Me parece a mí. (Ejem!, si cuela cuela, el ontoteologema. Digo yo que si nos han vendido el big bang y el evolucionismo...)
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