20 de febrero de 2022

 Y esas cosas que viven

de evasión comprenden que las alabes, fugaces;

confían en alguna salvación en nosotros, los más fugaces.

Quieren que las transmutemos enteras en el corazón invisible,

en nosotros, infinitamente; en nosotros, seamos lo que seamos al fin. (Rilke, que Elegías, IX)

 Repetimos y repetimos la lectura,

tan lejos de la lengua, entregados al mensaje. El poema es lo que dice, que en caso contrario no estaríamos aquí. 

Repetimos, este lamento y aquel otro de la nieve hecha presencia, nadie al final, nada al principio. 

Leer es devolver la lentitud, entregarnos a ella, recordar la misma pesadez del habla, de aquel que piensa y escribe como quien anda en sueños por la colina. 

... Las cosas, sí, caídas en el silencio. 


No hay comentarios: