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25 de mayo de 2014
Unas cosas me llevan a otras, y de la biografía de Ortega me voy a un texto de la Rev. de Occidente sobre la filosofía española "velada". Esto es ocultada por activa y por pasiva, relegada pero presente, en los textos literarios. Filosofía exiliada. Ortega a la vuelta de Alemania, o sea cuando volvió a la caverna española desde la luz umbría del septentrión, dijo ser filósofo en tierra de infieles. Pero los dicta como el de Ortega son corresponsables de esa veladura de la filosofía hispánica que tiene más que ver con las transposiciones discursivas de las realidades geopolíticas modernas que con el valor inmanente del pensar patrio. Ese que no prescinde de su hermosa vestidura verbal, a modo de no olvidarnos de la imbricación radical de verdad, belleza y bien. F. José Martín , al que estoy más o menos parafraseando su texto, mienta los nombres de Juan Bautista Vico, italiano, y de Baltasar Gracián, de aquí mismo, como ejemplares de un pensar que por pertenecer a la periferia del canon y el poder fijados por la historia política y cultural y europea han sido relegados al campo retórico- literario. F. J. Martín reenvía a otro texto suyo, online, sobre el ensayo español en el siglo XX, que yo me prometo mirar. Hic est.
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