8 de noviembre de 2008

Economía de la cultura

Cultura y depresión.

Pues claro que sí. ¿Tan difícil era verlo? ¿Faltaba valentía? Eso es lo que hay.

Lo mejor del artículo de JLP (consciente de lo real en su fiebre alegórica; la gripe es real) me parece la mención de Marchesi ("... he conocido el informe de Álvaro Marchesi sobre la calidad de nuestras instituciones de enseñanza").

He roto los cristales dobles de mi vivienda en hipoteca de la carcajada. Un esfuerzo más, españoles, como les pedía el hipercrítico y maligno Marqués a sus concitoyens.

"La calidad de nuestras instituciones de enseñanza": únase la destructora sociología educativa francesa (Bourdieu et alii) a las quejas anticulturales y antiburguesas de Sch. y N. (ciudadanos alemanes), más el valor añadido de que el pirómano necio informe de los daños del incendio, imputándolo a otros, que se le dé crédito a sus palabras: no hace falta más para que me burle (respetuosamente) de un diagnóstico que no piensa tratar la enfermedad.

Me dejo llevar por la ira. Calma, calma, respira...

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Casi centenarios: C.

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