14 de marzo de 2015

Prologa Consuelo Berges, que además traduce, las Memorias del Duque de Saint-Simon. Si le quitamos la cáscara retórica (lugar y fecha del prólogo: Madrid, marzo de 1945, hace justo setenta años*), hemos de otorgarle la razón: la pobreza comparativa de los relatos " históricos" (Diarios,  Memorias) en la cultura española, malgrado los hechos memorables ; el olvido hispánico, en aras de la eternidad,  de los acontecimientos menudos, en los que justo se halla lo que vale eternamente...

*Un somero vistazo a la biografía de C. B., que solo conocía de nombre, da para una sorpresa continuada.

###

Entresaco el dictum antiorteguiano:
... toda perspectiva, dígase lo que se quiera, es siempre una ficción, una deformación de la realidad. 
También este dolorido y autorreferencial - I suppose- sentir:
El tiempo, que tantas cosas atenúa y extingue -que atenúa nada menos que el dolor, que extingue nada menos que el amor...
Aunque ese mismo tiempo,
... da en cambio a otras, precisamente a las más humildes, categorías que nunca alcanzaran cuando fueron actuales.

No hay comentarios: