10 de octubre de 2014

Paradoja ontotemporal

La fijación del sentido de los términos del discurso - vale decir, de sus principios- depende de su prosecución indefinida, de la inserción de las voces en un diálogo inacabable. (De su carácter de participantes en un texto abierto.)

La fatuidad nos encocora. Cuando nos afecta a nosotros mismos es cuando más nos aguijonea el autoodio. Platónicos devenidos en psicólogos que vislumbran la maldad del padre. Pequeños y nada adorables federiquitos.

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