21 de septiembre de 2019

Hemerotecas

-Ha hablado de fundamentalismo científico y su último libro se llama El fundamentalismo democrático. ¿Nuestro presente podría estar caracterizado por ambos fundamentalismos? 
-Sí, los mitos de la ciencia y la democracia. La ciencia, presentada en singular y con mayúscula, queda sacralizada y sirve para todo, hasta para vender pasta dentífrica: "Testado científicamente". Cuando se le da la palabra a un científico se limita a decir vulgaridades: que si la ciencia es un saber empírico... ¡Pero que tu saber no es empírico, imbécil! Llaman empírico a tener un laboratorio, pero eso no es empírico, es tecnológico. Por otra parte, la ciencia se está reduciendo a tecnología. (G. Bueno, en una entrevista en El Mundo, 2014)

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