20 de febrero de 2016

Tierra de algarrobos; hemerotecas

En España, la mezcla de una codicia analfabeta y de una insensibilidad casi absoluta hacia el entorno, lo mismo el de la naturaleza que el de las arquitecturas y el de los objetos cotidianos, nos ha dejado en una especie de amnesia visual, una tábula rasa en la que monumentos intocables sobreviven rodeados de construcciones bárbaras, en espacios urbanos en los que más allá de un centro congestionado de tráfico prolifera un crecimiento sin armonía ni orden, una tierra baldía para la especulación, las rotondas y los centros comerciales. (A. Muñoz Molina, en Babelia)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que el Señor Academico y licenciado en Historia del Arte, entienda el sentido del arte modeno y para muestra basta un botón.
http://www.idealista.com/news/inmobiliario/vivienda/2015/08/28/738946-la-ultima-tropelia-del-urbanismo-espanol-la-piscina-municipal-dentro-de-una-rotonda

Martín López dijo...

Si, una hermosura entre lo sublime y lo heroico.

Martín López dijo...

Las rotondas son nuestro espejo. Nuestra apoteosis.

Anónimo dijo...

O quizás la apoptosis de nuestras neuronas.