15 de diciembre de 2015

Hemerotecas

Para mí, la peor clase de periodismo es el periodismo de predicción. Aquellos periodistas que creen conocer el futuro, que aparecen en televisión y dicen «va a pasar esto o aquello». Todo es una bazofia. Pura basura. Ningún periodista, ninguno, podría haberme dicho que en 1985 un hombre llamado Gorbachov, con una mancha en la cara, aparecería y que la ideología comunista, la Unión Soviética, desaparecería, intencionada o inintencionadamente. (...) Lo que quiero decir es que el arte de la predicción es burdo, barato. La descripción, el análisis preciso, es un arte mucho más complicado. (D. Remick, director de The New Yorker, en jotdown, 2013)

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