13 de septiembre de 2015

Para una historia de la historia de la filosofía en España

... y Tierno, que un día llegó diciendo que en España hacía falta fustigar a la clerigalla y que había un filósofo alemán que vivía en Londres y decía no se qué de que no todas las preguntas tienen respuesta. «¿Te refieres a Wittgenstein?» «¿Cómo, cómo?» «Que si se llama Wittgenstein.» Se lo tuve que escribir. «¡Sí, sí, ése!» «Pues un momentito –dije–, que lo tengo en la habitación.» Y se lo bajé. Luego lo tradujo del inglés, creo que no se enteró mucho. (En salmonetes)
Qué malo que es, presuntamente, Gustavo Bueno, venerable escolástico materialista.

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