30 de mayo de 2015

Útiles de escritura

Llegaba a las diez de la mañana, empezaba a beber café y coñac mientras fumaba. Al tercer coñac se ponía a escribir y lo sacaba de un tirón. (El testimonio, acerca de González Ruano, figura en el libro de I. Domínguez, Mediterráneo descapotable)

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