Harto de vivir en el ojo del huracán, optó por abandonar Francia y, tras una breve estancia en Irlanda, con el dinero que su editorial francesa, Flammarion, le había adelantado a cuenta de su próxima novela, compró algunas propiedades en la Costa de Almería, donde vivió largas temporadas y escribió ‘La posibilidad de una isla’. (La voz de Almería)
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