Una mentira colectiva que arrastra también a los que callan ante casos como el de Kilmar Abrego, ciudadano de origen salvadoreño, residente en Maryland, detenido arbitrariamente y enviado -pese a la oposición de un juez estadounidense- al gulag externalizado que el Gobierno de EEUU ha subcontratado a Bukele en El Salvador. Una vez quedó demostrado que no pertenecía a ninguna banda, la Corte Suprema ordenó su regreso a EEUU, pero Trump se ha lavado las manos y mantiene encerrado a un hombre inocente. Pura arbitrariedad estalinista. (I. E., en El Mundo)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
19 de abril de 2025
Hemerotecas
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