18 de abril de 2019

Contarla

Se recuerda a los padres en un escenario determinado, con una luz de día o de noche concretas, en un día de verano o de invierno. La imagen quiere imponerse, porque lo que viene a la memoria son fantasmas de imágenes, hologramas venidos del tiempo, de ningún lugar. El lugar está en ti, solo que no sabes dónde. Está la imagen, o su residuo, demandando ser contada. Pero, ¿cómo volcar en palabras la ausencia de palabras, la ceguera, el frío absoluto? Quien a su turno es padre, noble palabra, debe purgar el vacío con su propio camino de sufrimiento.

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