30 de octubre de 2015

Mecanismo y libertad.

El hombre medio, en esta civilización garantista, a pesar de todas esas seguridades, que en el fondo no son más que un cúmulo de apariencias, vive en un riesgo permanente mucho mayor que el que le podía corresponder a un miembro de las clases pudientes de otra época. Este podía ser víctima de las plagas y las epidemias, pero nuestro hombre actual vive presa del pánico de la falta de certezas. Ha entregado su corazón a la máquina y la máquina se lo ha estrujado completamente. Está muerto, y cree que vive.

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