2 de enero de 2024

 Un aire muy kantiano el de este diálogo en uno de los Episodios de Galdós: 

-El pueblo necesita ser ilustrado para poder practicar la libertad.

-Y necesita practicar la libertad para ilustrarse. Parece que esto es un círculo vicioso; pero lo es realmente. ¿Por dónde se empieza? Esta es la cuestión. Comprenderás que todas las cosas tienen su principio doloroso. El hombre antes de andar en dos pies, ha andado a gatas. Supongo que por evitarte los tropezones que acompañan a los primeros pasos, no desearás tú que el género humano ande siempre a cuatro pies. 

-Ciertamente que no.

-En ese período estamos, amigo.

-¿En el de los cuatro pies?

-Exactamente. Yo le digo a la sociedad española: «levántate», y me responde: «no sé andar derecha». Los frailes y los palaciegos le aconsejan que no se meta en la peligrosísima aventura de marchar como la gente. Al fin le azuzamos tanto, que se levanta.

-¡Y a los pocos pasos, al suelo!

-Pero la estimulamos de nuevo con ruegos, o a latigazos, si es preciso. Afligida, repite ella: «Si no sé, si me caigo, ¿qué debo hacer para aprender a andar?». Y le contestamos: «Andar, andar siempre». (La segunda casaca)


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