10 de junio de 2017

Para una historia de la historia de la filosofía en España

Otro de sus problemas es que la filosofía que se hace en los años veinte ­—la suya está muy marcada por Simmel— y la que se va a hacer en los años setenta —neomarxista y analítica sobre todo— no se parecen en nada. Ahí no tuvo lugar. (A. Valcárcel, ibíd.)
No me resisto a recoger este párrafo de A. Cortina, que me da un poco de miedo (dado mi natural medroso, ergo poco orteguiano):
La herencia de Ortega sigue siendo estimulante. Su diseño de una razón vital, histórica y narrativa; la concepción de la ética como moralita, que es un explosivo tan potente como la dinamita, y no moralina empalagosa;
La distinción conceptual entre "moralita" y "moralina" me parece asaz útil. (La temida asociación fónica con "uralita" puede, eso sí, contagiar las categorías de "morada" y "habitar" de una cutrez insoportable.) 

No hay comentarios: