14 de noviembre de 2010

Uno y dos

La obra, sólo la obra: la " cosa del arte" rilkeana como principio vital. Una objetividad total, allende el pensamiento. (Hasta que el cuerpo aguante.)

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(Ficción de un futuro) me intriga este hombre que recorre los bares por los que yo voy pidiendo una cerveza. Me inquieta desde hace tiempo. Una vez hasta se dirigió a mí. Me intriga, naturalmente, porque es inteligente y solitario como yo. Yo, por mí, destruiría todos los espejos. Que la razón no encuentre cristales rotos.

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