Prosa o verso, da igual. Eros y thánatos gobiernan la vida de los seres, y su condición ficticia (la de la muerte bastante menos) en nada empece la consideración de que son las únicas fuerzas que gobiernan el mundo, aunque sean irreales, y que nada grande se ha hecho ni se hará jamás si no es con una pasión, aunque sea insana. ¿Importa realmente que esta llamada no encuentre eco?
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